El olvido
¡Amor!...
Ayer me compré
unos zapatos negros.
Tan negro...
como
noche
sin
luna.
Brillaban como un espejo.
Tanto...
que en esos zapatos negros...
tan negros...
como
noche
sin
luna,
reflejaba mi rostro.
¡Amor!...
¿te conté
que ayer me compré
unos zapatos negros?.
Juan Jara |