San Lorenzo de Tarapacá
Se muere la tarde y el sol se acurruca
en la cama caliza de cerros multicolores,
que los últimos rayos dan a la vista
este bello panorama nortino.
Atardecer agradable y sencillo
de pueblo acogedor,
enclavado entre enormes
e inhóspitas montañas.
Pequeña brisa que refresca la jornada
de sudores sulfurosos
por el cobre que las montañas
guardan celosamente en sus entrañas.
Bello Tarapacá...
pequeño pueblo...
de quebradas prominentes,
e implacable sol de mediodía.
Tus niños...
de bellas y oscuras facciones,
retratan tu hermosura...
de cobrizas tonalidades.
¿Acaso no sabes,
que tu patrono San Lorenzo,
te protege de esa eterna sequedad?.
No digas nada pequeño pueblo.
Recibe gozoso la cosecha con los frutos,
que tus mujeres logran arrebatarle a la tierra...
Tarapacá de la esperanza.
Juan Jara |